Por: Claudia Garriga
En Besukha nos mueve el propósito de contribuir al bienestar de las personas. Esta motivación está presente en cada terapia o actividad que ofrecemos. Sabemos que todos buscamos “estar bien”, y también nos hemos dado cuenta de que, muchas veces, no encontramos la manera de conectarnos con ese estado, qué hacer o simplemente por dónde empezar.
Muchas personas ya se han animado a visitarnos para tomar alguna terapia, clase de yoga o meditación. ¡Buen primer paso! También, y aquí un paso más profundo aún, han decidido tomar una consulta con Dayami Alonso, (Médico y Terapeuta Ayurvédica) para realizar una evaluación de su situación física, emocional y mental que, por cierto, siempre van de la mano. Y a partir de un completo diagnóstico que considera esa “incomodidad”, que suele ser el motivo de consulta, el paciente o consultante recibe una propuesta que sugiere cambios de hábitos y rutinas y la incorporación de nuevas acciones que le permitan ir al encuentro de mejoras para su bienestar. Realmente hemos sido testigos de cambios maravillosos que verdaderamente han sido un aporte al estado de salud de distintas personas.
SIN EMBARGO, ¿QUÉ OCURRE CUANDO NO NOS ENCONTRAMOS CON LOS RESULTADOS ESPERADOS?
Algunas veces, el primer impulso se desvanece porque queremos ver resultados rápidos o instantáneos y es fácil volver a los hábitos antiguos, quedarse en la zona de confort, evitando los esfuerzos y la voluntad que implica el sostener los cambios de ruta a partir del plan sugerido por la terapeuta.
Nos dimos cuenta de lo necesario que es acompañar al consultante en su trayecto de cambios; durante la metamorfósis que desplegará su verdadero ser saludable. Y nos convencimos de que el coaching resulta una poderosa herramienta de apoyo.
Si. El coaching es una herramienta de intervención para el logro eficiente de objetivos, que propone:
Sostener y ayudar en el cambio personal.
Identificar recursos propios funcionales a las metas trazadas.
Potenciar aspectos favorables en conductas específicas.
Entregar o sugerir herramientas de auto gestión.
Para que finalmente el consultante pueda tomar decisiones que lo conduzcan a acciones inteligentes, eficientes y ecológicamente acordes a su dinámica humana.
¿CÓMO TRABAJAMOS?
Si bien, existen distintos modelos que se utilizan para ayudar al consultante a que aclare sus objetivos que lo han llevado a someterse a este tipo de intervención, en nuestro modelo consideramos también el aspecto espiritual desde la perspectiva del Ayurveda y el Yoga, filosofías milenarias y que desde tiempos remotos se han concebido como unidad en la concepción del bienestar del ser humano.
El plan que ha diseñado previamente la terapeuta sugiere, muchas veces, terapias de masajes, meditación, cambios alimenticios, rutinas diarias, (dependiendo de cada caso) que favorezcan estados de quietud para enfrentarse de manera más limpia y sin distractores a las situaciones que probablemente influyen en su situación actual. Hasta aquí todo va bien.
PERO ¿POR QUÉ NOS CUESTA TANTO CAMBIAR?
Existen varios factores comunes a todos nosotros:
Tener miedo a ser quienes realmente somos. Gastamos mucha energía en tratar de ser quienes no somos.
No nos mantenemos conscientes de lo que hacemos o pensamos y el impacto que esto genera en nuestras vidas.
El cuerpo siempre está advirtiendo de aquello que no somos conscientes, pero no lo escuchamos.
Generamos toxinas en nuestro cuerpo, que no siempre son de origen alimentario sino también emocional.
Todas las personas, vamos construyendo creencias a lo largo de nuestra vida y muchas de ellas se transforman en obstáculos o limitaciones para avanzar con claridad.
Existen una serie de impresiones que quedan plasmadas en nuestro ser y que en el tiempo se van expresando repetidas veces hasta establecerse en nuestro interior como creencias que se manifiestan en comportamientos. Lo que finalmente genera emociones con las que enfrentamos una y otra vez diversas situaciones.
El yoga y el ayurveda proponen herramientas que nos ayudan a romper con estos obstáculos, salir del estado de sufrimiento, dejando aparecer la semilla que llevamos en nuestro interior, estimular sus brotes y dejar que aparezcan los frutos.
Recuerda siempre que, si una semilla no brota, sigue siendo una semilla.
DURANTE EL PROCESO DE COACHING, PAULATINA Y EVOLUTIVAMENTE, EL CONSULTANTE PUEDE:
Identificar la situación en la que se encuentra y a la que desea llegar.
Revisar su experiencia y su proceso.
Explorar y descubrir sus propios recursos.
Definir estrategias adecuadas a estos recursos.
Comprometerse con su progreso.
Actuar.
Como Coach e Instructora de Yoga incorporo en este proceso (si es necesario) pequeñas rutinas de yoga y pranayama que resultan muy favorables al resto del trabajo que realiza el consultante. Doy fe de que prácticas de esta naturaleza ayudan a desbloquear emociones estancadas y abrir la consciencia para “ver” lo que tenemos que observar, reconocer nuestro potencial y trabajar por uno mismo con las fortalezas que tenemos y la voluntad a mil por ciento.
La invitación está hecha. Ahora, a actuar.
Estandarizamos un servicio ético y comprometido:
Sesiones individuales de 1 hora de duración como máximo.
Las sesiones son agendadas entre ambas partes (Coach y Consultante).
Lo eficiente es no sobrepasar 10 sesiones y sostener, al menos 5.