Abrazando la Sabiduría de Controlar los Impulsos de la Mente

Por: Dayami Alonso

 

 En nuestro viaje espiritual y búsqueda de bienestar, enfrentamos la tarea de controlar nuestros impulsos mentales, como la codicia, envidia, aversión, competición, apego y otros, pues ellos son unas de las causas de las enfermedades del cuerpo. Si bien controlarlos al 100% puede ser un desafío imposible, porque somos humanos, podemos aprender a direccionar estos impulsos de manera positiva. En este artículo, exploraremos cómo abrazar nuestros impulsos, dirigirlos adecuadamente y mantener la armonía en nuestra vida, permitiéndonos vivir en paz y alegría.

 

1. Aceptación

 

Entendemos que es normal tener impulsos mentales, y en lugar de suprimirlos o controlarlos rigurosamente, podemos aprender a direccionarlos. El primer paso es aceptar que estos impulsos existen y luego indagar en su origen. En ocasiones, no comprenderemos por qué surgen, pero podemos aprender a usarlos a nuestro favor.

 

2. Amor

 ¿Cómo puedo estar en paz sintiendo ira, enojo, ansiedad, miedo? Descubriendo el amor detrás de todas nuestras emociones. Ser bondadosos con nosotros mismos y con los demás es esencial. Permanezco en la rutina de la vida sin causarme daño y sin dañar a otros, y esto se logra con Karma Yoga, disciplinas espirituales, y teniendo espacio en mi vida para sentarme, salir a caminar, pensar, analizar, meditar.

 

3. Soltar el control

 

Disfrutar lo que la vida me está dando, no ser tan estricto, soltar la rigidez, recibo el mundo como una bendición que me está llegando en cada momento; suelto la expectativa de un resultado, cualquier cosa que venga de la vida es un regalo.

 

4. La Presencia y el Fortalecimiento Mental

 

La presencia en el momento presente se cultiva a través de nuestras prácticas espirituales. La mente se fortalece a medida que nos volvemos más conscientes de nuestros procesos internos y aprendemos a utilizarla a nuestro favor. Recordemos que cada uno tiene sus propios desafíos y procesos, y es fundamental respetar y enfocarnos en nuestra propia evolución.

 

5. Tratando a la Mente como a un Niño

 

A la mente hay que entrenarla con cariño y cuidado, reconociendo que detrás de todos los apegos o rechazos se esconde un niño herido. Al igual que educamos a un niño, podemos enseñar y guiar nuestra mente hacia pensamientos y comportamientos más saludables. No podemos satisfacer todos los deseos, pero podemos atender las necesidades esenciales de la mente con comprensión y compasión.

 

 

En nuestro camino espiritual, dirigir nuestros impulsos mentales nos lleva hacia una vida más plena y significativa. Abrazar nuestras emociones, dirigirnos hacia prácticas espirituales y encontrar un equilibrio en nuestra existencia nos permite disfrutar de la paz y alegría inherentes a nuestro estado natural. Al cultivar una actitud de aceptación y amor hacia nosotros mismos y hacia los demás, fortalecemos nuestra mente y liberamos nuestra esencia de paz interior. Tratar a nuestra mente como a un niño herido, con cariño y cuidado, nos brinda la oportunidad de guiarla hacia la sabiduría y el bienestar emocional.

 

 

Basado en las clases del Dr José Casas Salazar

Profesor de Vedanta, Ayurveda, Sánscrito y Mantras

 

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